México 86, un mundial de historia.
Tras un año
tan duro y fuerte en lo social como lo fue 1982 por lo ocurrido con la guerra
de Malvinas y la llegada de la etapa final de un gobierno de la junta militar, un gobierno anti democrático que estaba desde marzo de 1976 que había dejado una crisis e inflación
muy grande, en lo futbolistico, la Argentina no pasaba un buen momento. Luego
de lo que fue la dolorosa e inesperada eliminación del mundial de España en ese
mismo año (con la aparición estelar de
Diego Armando Maradona y la Argentina
como defensora del título), Cesar Luis Menotti, que había sido campeón del
mundo en 1978, con Mario Alberto Kempes a la cabeza, finalizó un siclo excelente
para el fútbol argentino y que le aportó mucho al mismo. Tras la eliminación, dio
un paso al costado como entrenador y poco después, en su lugar, quien era la
antítesis de él, fue contratado Carlos Salvador Bilardo que venía de hacer una
gran campaña en Estudiantes de La Plata, saliendo campeón del torneo
Metropolitano en aquel entonces.
Bilardo, proveniente de la gloriosa época de
Osvaldo Zubeldia en el conjunto de La Plata, traslado las ideas que plasmo en el
conjunto platense a la Selección Argentina. Durante las eliminatorias rumbo al
mundial que se disputó en el territorio Azteca, el clima no era el mejor. Los métodos
de trabajo que tenía Bilardo no gustaban, las críticas del periodismo crecían cada
vez más, se hablaba que el equipo no jugaba bien, no conseguía resultados a tal
punto de hacer tambalear la participación de Argentina en el mundial. De hecho,
durante esos años en 1983, el país celebra la llegada de un nuevo gobierno
elegido democráticamente por el pueblo argentino, Raúl Ricardo Alfonsín, se convertía
en el nuevo presidente de la República Argentina. En aquellos años no era muy
bueno el momento en lo social y en lo político, los problemas que habían dejado
los distintos mandatarios que ocuparon el trono de Rivadavia, durante el
gobierno de facto había que subsanarlos. La selección argentina, como bien decíamos,
en lo futbolístico no mostraba su mejor versión lo que conllevó a que el mismo
presidente de la Nación, para calmar las aguas en la gente y en los medios, le pidiera
a Julio Grondona que le saque del cargo a Carlos Bilardo y al respecto, don Julio,
lo aconsejo que no era bueno sacar al entrenador en la antesala de un torneo
tan importante.
Fue pasando
el tiempo, todas esas críticas tan duras que había recibido el equipo antes de
comenzar el campeonato, llegaron a su final a partir del 31 de mayo y el pueblo
argentino se unió como en todos los mundiales para alentar a nuestra querida selección.
El mundial se empezó a jugar y el país se paralizó para ver que iba a hacer el
equipo albiceleste en aquel torneo, las expectativas eran muy grandes y para
ello, el ex jugador y entrenador que en aquellos tiempos era parte del cuerpo
técnico de Timoteo Griguol, Carlos ¨el Cai¨ Aimar nos contaba como lo vivió:¨Se
vivió con mucha emoción porque no habían llegado bien al mundial, inclusive se
dudaba la continuidad de Bilardo y todo, y sin embargo después hizo un
excelente torneo y salió campeón realmente muy merecido¨.
Con todo lo antes mencionado con respecto al
equipo, se pensaba que la sociedad preocupada por otros problemas, el mundial no
le iba a generar mucho interés por como venía el equipo, al respecto ¨el Cai¨
nos dice: ¨No, no es que no había mucho interés si no que como no venía bien y había
tantas críticas hacia la selección no había tanta confianza, pero sin embargo,
bueno, empezó el torneo, empezaron a jugar
cada partido mejor y mejor hasta que llegaron a la fanal y tuvimos la
suerte de poder lograr el título¨.
El Cai
Aimar, proveniente del mundo del fútbol siempre demostró su descontento hacia
las críticas que hay sobre los entrenadores y jugadores, ya que hay veces que
los medios se exceden, al respecto nos dio su punto de vista como entrenador sobre
lo dicho de Bilardo y el plantel: ¨Si a veces molesta sabes porque, porque
muchos no saben lo que pasa ahí adentro, lo mismo que cuando hay críticas en
los equipos de fútbol vos sabes pocas cosas siendo el público y estando adentro
vos sabes muchas cosas y a veces suceden y a vos te molestan como espectador
pero el que está adentro entiende porque pasa entonces si molestaban las
críticas, pero bueno le taparon la boca logrando el campeonato del mundo¨.
En aquel
entonces Daniel Passarella era el capitán del equipo, uno de los mejores
marcadores centrales que tuvo el futbol argentino y campeón con Menotti en el
mundial del 78, durante su mandato al frente de la selección Bilardo decidió
darle la capitanía a Maradona, lo que generó una fuerte polémica ya que para
muchos, la cinta de capitán era más representativo que la porte Passarella.
Aunque mucho es más leve, en los programas deportivos, en las charla con amigos
o en las sobremesas de los domingos se pone discusión hoy en día hay un
parecido con Messi y Mascherano por la capitanía y para ello, Aimar nos da su
punto de vista: ¨No esas son pavadas ya una vez que paso, paso no tuvimos la
suerte perdimos la final y quedamos eliminados pero bueno, la capitanía de uno
o del otro no influye en nada¨.
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Mientras más
pasa el tiempo, más se nos viene a la memoria. Han pasado más de treinta años y
el mundial de México 1986, el último campeonato ganado por la albiceleste, hay
muchas generaciones que no tuvieron la suerte de verlo y vivirlo pero con los avances tecnológicos hoy en día, todavía
lo recordamos y se nos viene a la mente imágenes como la mano de dios, el gol
de Maradona a los ingleses acompañado con el relato de Víctor Hugo Morales, el
gol de Burruchaga sobre el final del partido a Alemania, un obelisco repleto de
miles de almas festejando el título, y
como no, a los campeones alzando la copa del mundo en el histórico estadio
Azteca. Imágenes que, sin dudas, quedaran inmortalizadas en nuestras memorias y
en nuestros corazones.
Como bien veníamos anticipando al principio,
por las fuertes críticas que había, se lo miraba de reojo al equipo que había
presentado Carlos Bilardo para afrontar el mundial en aquel entonces, pero los
bares, pizzerías y cafés, que son lugares emblemáticos para juntarse a ver
fútbol, a la hora de disputarse el mundial, se vistieron de celeste y blanco. En
el país, especialmente en la ciudad de Buenos Aires se pueden encontrar varios
lugares antes mencionados con historia y tradición que han estado en función en
esa época, tal es así que la pizzería y bar Los 36 Billares, edificio
emblemático de la Capital Federal, ubicado en un lugar estratégico como lo es
la Avenida de Mayo, dijo presente en este acontecimiento tan importante para el
mundo futbolero.
Allí, en
aquel edificio tan antiguo, actualmente se encuentra trabajando de lunes a
sábados Ernesto Vidal, un mozo que en aquel entonces, tuvo la suerte de estar
en ese mismo lugar ya que empezó a trabajar en el bar en 1986, nos contaba y reconstruyó cómo se vivió el
mundial ahí dentro: ¨Fue una fiesta porque se vistió, sinceramente yo no vi algo
parecido en el año 78, todo de blanco y celeste, se pusieron globos y me acuerdo que, tampoco había las facilidades
que hay ahora, y se alquiló un televisor grande para ver los partidos. Pero
finalmente, toda avenida de Mayo, restaurantes, confiterías, todos tenían
televisor en esa época, pero fue buenísimo fue un año bárbaro para la avenida
de Mayo porque se trabajó bien¨.
Hoy en día
para ver un partido es muy sencillo, podemos utilizar un celular, una tablet,
una computadora, hasta el mismo televisor, el avance tecnológico nos permite
acceder a cualquier contenido que queramos ver en cualquier lugar y en
cualquier momento. Pero, en aquellos días, en aquella época, no todos tenían
esa posibilidad, debido a eso el bar aumentaba el número de clientes, al
respecto Ernesto nos dice: ¨Si, en general de cualquier partido. Cualquier
partido que había el lugar estaba lleno porque a la gente le gustaba mirar
fútbol y cuando estaban los partidos de la selección Argentina, ya se tenía que
serrar porque no entraba más gente. Lo que hacía la gente es venir de a dos o
de a tres antes, pedían mesas de cinco o seis o de la cantidad que sea, hacían
el pedido de la comida y apenas cuando estaba por empezar el partido el resto
venían desde las oficinas¨. Además añadió, ¨si, si se vivía un buen ambiente,
en ese aspecto ningún problema¨.
Si bien,
hasta ese entonces, el mundial de Italia 1990 fue la última final que jugó la
Argentina en copas mundiales, en Brasil 2014 se pudo romper ese maleficio,
había mucha expectativa en ese momento por lo que iba a presentar el equipo de
Sabella en el país de nuestro eterno rival. Debido a la compra del bar, por
parte de la cadena de pizzerías La Continental, Los 36 Billares se encontraba
en reformaciones, pero, a pesar de ello, el mozo siguió cumpliendo su labor en
otro lugar y nos comparó como vivió el último mundial: ¨En el último mundial, a
mí me mandaron a otra sucursal, lo viví igual, fue parecido la firma muy bien, es decir, dio gorros, dio
matracas y los días de partido de la selección argentina también, pasaba lo
mismo, estaba todo reservado y se había que cerrar las puertas porque llegaba
un momento en la que no entraba más gente¨.
Los días de
partido como nos contaba Ernesto Vidal, el público se juntaba en cantidad y el
bar se llenaba de clientes y nos decía las diferencias entre un día normal y un
día de partido: ¨Y, hay un poquito de diferencia, hay un poco más de
movimiento, pero ese movimiento son tres horas, no el día, asique es un poquito
más, nada más, yo trabajo nueve horas y haces diez en esa diferencia es lo
mismo, pero en tres horas es un loquero¨. Sin dudas una vivencia maravillosa y
un marco estupendo.
Nadie creía en
ellos, las esperanzas no eran muy grandes y cuando nadie se lo esperaba, el
triunfo ante Inglaterra que fue una victoria bisagra en la obtención del título,
con semejante prólogo de tragedia, fue una pequeña y humilde revancha, a partir
de ahí el seleccionado empezó a encaminarse hacia la sima.
Cuando llegó
la final el 29 de junio de 1986, Argentina alzó por segunda vez la copa del mundo tras vencer
3 a 2 a Alemania con un gol agónico a los 83 minutos del final. El triunfo revoluciono
al pueblo, el país se paralizó por un momento para juntarse y salir a festejar
en los puntos más importantes de la Argentina. Miles y miles de almas se
unieron para celebrar el triunfo, la gente salió en caravana, coparon las
calles, las avenidas se convirtieron en peatonales y el obelisco, el clásico y
tipo espacio, donde todos los hinchas se reúnen para festejar sus logros
deportivos con las camisetas de sus clubes, pero en este caso con la celeste y
blanca, era un carnaval donde la gente saltaba, gritaba y cantaba ¨¨dale campeón,
dale campeón…¨. Y, poco después, se volvió a repetir. Con la llegada de los héroes de México, Alfonsín los recibió en
la casa de gobierno para felicitar al grupo y la gente feliz y alegre fue a presenciar
el recibimiento, compartir un momento tan bueno y ver a los campeones con la copa en mano festejando
desde el balcón de la Rosada.
Nuestro seleccionado tiene dos mundiales en su medallero, muchas generaciones lamentablemente hasta el día de hoy no han podido ver a la Argentina levantando la copa del mundo, pero sin dudas, los mundiales son algo maravilloso, un mes cada cuatro años, se renuevan las ganas por ver los mundiales y los argentinos nos unimos para alentar a la albiceleste, nos olvidamos de nuestros problemas, entre la sociedad hay una relación de amistad, los hinchas de equipos rivales –Boca-River, Racing-Indpendiente, San Lorenzo-Huracán – se los encuentra unidos por la misma pasión, la celeste y blanca, y nos esperanzamos en que la selección puede levantar un nuevo título.
Nuestro seleccionado tiene dos mundiales en su medallero, muchas generaciones lamentablemente hasta el día de hoy no han podido ver a la Argentina levantando la copa del mundo, pero sin dudas, los mundiales son algo maravilloso, un mes cada cuatro años, se renuevan las ganas por ver los mundiales y los argentinos nos unimos para alentar a la albiceleste, nos olvidamos de nuestros problemas, entre la sociedad hay una relación de amistad, los hinchas de equipos rivales –Boca-River, Racing-Indpendiente, San Lorenzo-Huracán – se los encuentra unidos por la misma pasión, la celeste y blanca, y nos esperanzamos en que la selección puede levantar un nuevo título.
Con el
mundial de Brasil 2014, la selección llegaba en exentes condiciones, ganadora
en las eliminatorias con Messi en un gran nivel, había una gran esperanza en
especial en muchos jóvenes que provienen de la década del noventa, a pesar de
algunos factores como la inseguridad que daba Sergio Romero en el arco, Marcos
Rojo en el lateral izquierdo, y Sergio el ¨Kun¨ Agüero por su estado físico. La
última final que disputó Argentina fue en Italia 1990 y dicho torneo termino
con un final triste. Luego de esperar unos largos 24 años, en Brasil, el equipo
comandado por Alejandro Sabella, dio el batacazo tras ganar la serie de penales
ante Holanda en las semifinales y logro llegar a la Final. En nuestro país y en
Brasil muchos se emocionaron, gente mayor y jóvenes llorando de la emoción hasta
relatores que no pudieron contarse, se alegraron tras ganarle a Holanda.
El 13 de
julio de ese mismo año, se disputo la final y otra vez con un viejo conocido,
Alemania. El encuentro termino en derrota para Argentina, generó bronca, y tristeza,
pero a pesar de eso, no faltaron las ganas para salir a festejar, el obelisco
fue ocupado por un aluvión de argentinos y cuando llegó el plantel, a pesar de
la derrota y ser un lunes, todos los hinchas fueron a Ezeiza a recibirlos con
un gran aliento. Aquel mes fue maravilloso
el que se vivió, en aquel entonces, el país que estaba engrietado por los
pensamientos políticos, el fútbol, nos hizo olvidar de todos esos problemas y
las disputas que se generó. Eso es lo que tiene de lindo el mundial, la unión que
genera en un país.